"Ya no soy yo, amor,
no soy esa
cuyo nombre alguna vez
tuvo sabor a beso en tu boca.
Ya no soy.
Ya no tengo el candor,
ni la fe en los ojos
que tenía aquella.
Sin embargo a veces
me camina en puntillas,
en ráfagas
me atraviesa la memoria.
Pero ya no soy.
Soy esta sombra
que se curva
para atravesar tu puerta,
sólo esa sombra
y éstas manos mendigas
en la niebla
siempre esperando un sol
que les toque en suerte.
Una ola de ternura
que se apiade
y te despierte"
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