miércoles, 16 de enero de 2013

Enajenada, quieta,

"Enajenada, quieta,
sin un signo en el rostro.

Vencida por un dolor antiguo,
congénito.

Un dolor que viene de mi madre
y de la madre de su madre...

Siglos con este gusano en la panza,
eternidades
heredandonos este desasosiego.

Miro mi sangre extrañamente
ajena.
Ya no soy capaz de piedad
ni conmigo misma"

No hay comentarios:

Publicar un comentario