miércoles, 16 de enero de 2013

Todo se ha detenido...



Todo se ha detenido
hoy,
el aire,
el minuto azul,
el micro,
las personas,
sus ansias,
la lágrima lejana,
la perpetuación de las huellas,
los motores.


Y sin embargo
la sangre
rueda ... no cesa

Golpeo las puertas del silencio...

Golpeo las puertas del silencio
pero tus aturdidos cancerberos no me abren.
Noctámbula deambulo
acuñadora de parpados insomnes,
solo importa alcanzar
esta mañana. Transitarla.

Aquí estoy...

Aquí estoy
donde vos no me ves
donde yo ni me noto.

Me tiendo en la cama del silencio
sin más sonido
que el sonido de mis huesos exhaustos.

Me miro. Patética.
Desnuda y sin piel,
solo venas violentamente
pálidas,
solo sangre clamando
que no se consuma
la luz de esta vela.

Aquí en el último rincón,
sin dios y sin memoria
ni siquiera la piedad
de una lágrima
humedeciéndome los ojos.

Telaraña gris que se adhiere
a los muebles
menos que moho... vaho,
sombra... nada.
Aquí estoy
donde vos no me ves
donde yo ni me lloro.

Dios...

Dios
o vos
o no se quien
podían salvarlo
Se merecía
aunque solo fuera una vez
trepar el cielo,
sentir el viento curvándole
las alas,
beberse el tiempo
a enormes bocanadas.
En cambio
se apaga
bruscamente
como un fósforo
frente a una ventana.


Era solo un pájaro.


Pero era el último.

SAN AGUSTIN II


Oscuros,
esquivos,
furtivos,
huidos,
hundidos,
fugados,
ausentes.
Rostros desconocidos.
Idénticos.
¿Quien vive debajo de esa piel?
¿quien sabe lo q ocultan esos parpados?
¿de quien es el recuerdo q persiguen
detrás de los espejos?
anónimos,
únicos.
Y solos.
Profundamente solos en su muchedumbre inútil.
Caminen para aquí y caminamos.
_Coman todo _ y comemos,
aun sin hambre,
aun cuando ya no hay comida.
Nos comemos la rabia,
los despojos,
masticamos largamente los silencios,
dentellamos las voces que martillan nuestro cerebro.
Nos tragamos las palabras,
las protestas,
nos aturdimos de tantas incoherencias,
nos enfrascamos en agobiantes diálogos
con esos que se parecían a nosotros,
pero que ahora nos dicen dejamos de ser nosotros mismos.
Formen fila
nos enfilamos prolijos como hormigas...

El es un buen dios,
viste de blanco,
nos pone pastillas en la boca,
un sueño seguro nos promete,
morirnos mansamente por un rato.

Mírame

Mírame,
estoy tan a tientas,
tan a oscuras....
mirame,
me paro en la cornisa
de mi sangre
absolutamente ebria,
tontamente terca
desafiando al abismo.
Se que me voy a caer.
Igual me paro.
Se que si me asomo
me acertaran las balas,
desde todas las trincheras
están apuntando a mi ventana.
Y yo me paro,
igual abro el corazón
y clamo por ese sol
que lo recuerde.
Mirame
me estoy quedando
sin puertas.
Las estoy cerrando todas.
Tal vez es tarde para pedir,
tal vez tu mano perdió el camino
y nunca se estirará para salvarme,
quizás me lo merezco,
quizás no,
¿quién dará estas respuestas?
Yo no, yo pongo mi sangre de rodillas.
Me asfixio entre los muros
de mi propio silencio.

Le sonrío...

Le sonrío
a tu sonrisa en el espejo
que mira mi remera
y mi vaquero hacer
el camino inverso desde
el suelo hasta mi cuerpo
y me subo sobre las botas esas
que a veces me pedís
me deje puestas. Y me miras
mientras te miro e intento
domar mi pelo así
como vos domesticás en mi
las ganas y me enojo con las propagandas
mentirosas de los rímeles
que no es cierto aquello del doble
de volumen y lo de la curvatura extrema
esos días en que ponés
hasta mis pestañas de rodillas.

Y no consigo que el aro
se quede en mi oreja
sin el riesgo de perforar el recuerdo
de tu lengua,
y me demoro con el labial
hasta que cubre la geografía
nueva que tus dientes cartógrafos
le trazaron a mi boca.
Y te miro en el espejo
y me mirás y el reloj se demora
y dice cinco más
y escribís tu nombre en mi espalda
…y se hace tarde y los chicos, el colegio,
el trabajo… y me soltas
y piso la calle, la vereda y el aire
en esos días en que me tocás tanto
que no soy humana
sino un bello animal con alas.

Hoy no quiero que pierdan...

Hoy no quiero que pierdan
o que ganen,
hoy no quiero esperarte
y que no llegues.
No quiero soñar con tu rescate.
Hoy suelto mi sangre
solo espero que se callen
o se callen
esos tibios espectros

que solo saben nombrarte.

EJERCICIOS DE OLVIDO



No es para vos que escribo,
es para mi,
solo para mi.

Guardo el candor de suponer
que si me digo mucho
terminaré aceptando,
terminaré aprendiendo.

Me exorcizo de este amor
a través de las palabras,
me resucito a mi antigua
condición de ausente,
de dormida,
de sigilosa sombra,
de borrada.

Me escribo
no para marcarme,
sino para diluirme,
me fragmento,
me desmigo,
vuelco el alma,
la vierto en mis manos
y la acuno
o la sacudo
según juzgue que necesita dormir
o despertarse.

Es para desaparecerme
que escribo,
para no verme,
para usar las manos
como último recurso,
como único ejercicio
de endurecer el alma.

No es para vos,
escribo para mi,
para olvidarte.

De aquella casa...

"De aquella casa
ya no queda nada
pero hay quien sabe amar
aún después de las ruinas

la madreselva esa
que se abraza mudamente
al muro
y lo florece"

Matar...

Matar
la dormida rosa del deseo
deshojarla
pétalo por pétalo,
diseminar
tu recuerdo, esas imágenes
que perduran como fotos y que acuden
y golpean.

Dormir
la rosa del amor,
que no muere,
que se niega.

Alejandra de soledad...



"Alejandra de soledad
Puerto sin la dulzura
De un barco.

Pequeña ladrona
agitas
inútilmente los brazos.

Cubrite con las sábanas
de la noche.

Escondete detrás de esas palabras
que siempre eligen callarse.

¿Adónde vas a ir?
viajera hacía ningún lado,
nadie te espera nunca.

Aún dentro de vos misma
huésped inoportuna.

Quedate ahí,
aquí mismo, muda,
quieta,
atá su nombre a tus labios
-no hay permiso para decirlo,
no hay piedad para olvidarlo-
golpea las puertas del silencio,
con la boca,
con las manos.

Igual NO VA A VENIR,
igual si viene
no vas abrir la puerta

Alejandra angustia,
los relojes ya no se detienen,
implacables, feroces,
te devoran.

NO VAYAS,
nunca te vayas,
si para vos nunca hubo a donde.

Quedate quieta,
a salvo,
en un rincón de la noche.

No dejes que el amor te hiera
de muerte.
No invoques a la lluvia
rehén de todos los tejados.
Mejor deja que desde vos
parta el silencio
y se te sequen las manos.

Alejandra de ausencias,
tu corazón es una estación
de trenes que siempre parten.
Tu último tren se ha ido
suelta ese grito que te quema,
ahora
o nunca."

A veces me entristecen las casas vacías










"A veces me entristecen las casas vacías
se parecen a mi y a esta amarga
y desolada certeza
con que convivo.

Alguien me hizo
para no habitarme"

LIQUIDO


En este estado de gracia en que me deja
tu tránsito por mi
en esta íntima fusión
de los sentidos
mudas mi materia
de sólido a liquido.

Verás… yo no se, si marina,
oceánica
o enlagunada
pero vulneras mis compuertas
ando vertiéndome en lluvias,
empapada de sal la boca,
liquida la espalda,
la nuca,
el hombro izquierdo
y ese dedo
que te gusta morder.

Pluvial
me paseo por la casa,
ungida por tu lengua la sombra,
empapo las sogas
con que atas mis muñecas,
te pienso
y tu recuerdo se ensaliva.

Pluvial la voz, el grito, el gemido,
las letras de tu nombre se me escurren
goterones espesos
y ando con los pies sumergidos en liquido,
ando con manos y ojos goteantes.

Pluvial si me arrodillo ante tus ganas,
yo no se si marina, oceánica o enlagunada
pero me ando así,
húmeda,
pluvial,
desbordada

Hay días en que un soplo...

Hay días en que un soplo
nos vuela el pan de la mirada
y dispersa sus mendrugos
entre picos voraces
y entonces
esos días
el peor dolor
es exiliar tu imagen
es saber que aunque estás
ya nunca volverás a pasar
por la ventana de mi alma
y que será como en los tangos
frío y lejano el cielo de Pompeya
y cualquier otro cielo
porque si ya no puedo verte
la eternidad se esfuma
pero al final yo sé
que de los muñones
crecerán alas nuevamente
o pétalos
o garras
un algo que nos haga
engancharnos a la esperanza
y otra vez amor
una vez más
me coseré los ojos
y horadaré los muros para construir ventanas.


Me desovillo gato asustado...



"Me desovillo gato asustado,
defendiéndome
de la ausencia.
La no invitada al fuego, la impresentable
de la familia... sin embargo
a la hora en que te vuelves lúdico,
¡que bien juego!

Pisa, pisuela, vía, vía, esconde este pie....
Prohibido pisar en falso.

Sombra,
muro,
ruido a silencio
no son mas que un lugar común.

¿Y que soy? apenas
un rumor que se iza
evidenciando paradojas,
ese color,
ese sabor intacto que te mueve los principios
y te apresura la sangre.

Aquí estoy,
en la calle de siempre,
breve como el aire
que te curva las alas,
discreta como un hilo negro
en una prenda oscura.

Tápame de silencio
si quieres eso.
Empújame
a esa zona donde no incomode.

Prometo no más exabruptos,
no la punta
del verbo que apuñala,
ni la palabra
certera como un golpe.

Atravesada por la espera.
Si la derrota cupiese, hoy, sería doble."

Miro con tristeza...

"Miro con tristeza
la borra de café
al fondo de la taza

Miro lo que soy
un sedimento oscuro
en el cuenco de tus manos"

Cada vocal de tú nombre...

"Cada vocal de tú nombre
es un hueso enterrado
en el jardín de la memoria

Soy esa perra oficiosa
que escarba de tanto
en tanto/ sólo para lamer
su botín de olvidos"

Somos palabra...

"Somos palabra
y ninguna nos cuenta
somos silencio
y no hay forma de reconocernos.

Ya no importa sí madurar
o resignarse
son o no una misma cosa.
Escribo para intuir
el modo de mi ausencia"

Te busco a besos...



"Te busco a besos
hay miel en la saliva
que te enhebra
a mi deseo.

Te busco a besos,
vulnero los muros,
irrumpo en las ciudades vedadas
y enarbolo el estandarte
de mi lengua.

No ignoras que mi sangre
se desabotonó la camisa y
se quitó las sandalias.

Algo de vos
me busca
animal en acecho
desde todas tus vidas.

La lluvia germina
el poema de tus manos
en el papel sediento
de mi espalda.

Te busco en versos.

Los besos esos que aún no se escribieron."

Arrastro este silencio...


"Arrastro este silencio
como el cuerpo de un muerto,
me arrastro a mi misma
como si ya no viviera.

Cada madrugada repito el ritual,
los gestos,
desde antes,
desde siempre,
ya lo hacía desde niña
cuando jugar era decapitar muñecas.

A veces este silencio
me susurra algo,
un breve rumor como de pasos,
un eco sordo,
apagado, lejano.

Este silencio tiene cuerpo
y boca que aprieta fieramente.
Se tiende al lado de mis huesos
y mis húmeros tristísimos
se callan.
Mis clavículas chocan
y se ignoran
como si no las igualara
el mismo olor a espanto"

Callada, quieta, trama su muerte…...



"Callada, quieta, trama su muerte…

Vuelo,
viento,
ala,
son ahora palabras.

Tranquila come los dedos
de su amante que no la amó.
Y se aúpa
para ver todo de más lejos...

No cree en los cuentos, 
porque la niña
que fue, ya no la recuerda. 
Está perdida.
Desde antes.
Y mira sin entender los caminos
sembrados de migas
y de nombres...

¿Hay algo mas siniestro
que pequeños
y ternurosos pájaros
devorándose las señales del regreso?

Y ya no va a volver.

Tanto inventarse pieles,
nombres,
vidas
para fingirse otra.... una menos olvidable.

Ya no va a volver.

Guarda apenas este instante,
no encierra
este ahora,
no señala el día...
para olvidar no hay fechas.

Alinea los retazos que le quedan,
alisa su pelo,
su vestido... 
ese dolor irresuelto,
esa manera de decantarse por lo absoluto.
(en la bruma del pasado una gota
se soñaba lluvia,
solo por desconocer los refranes
que rezan 
que una golondrina no hace verano)

No se santigua porque ya no sabe, 
no reza
porque se quedó sin dios,
sin estampita para besar bajo las sabanas,
sin santo y seña...
No precisa
ceremonias para cruzar la puerta.

La que nunca estuvo en vos
ya no va a volver."

Acomodás el cuello...



"Acomodás el cuello
de mi camisa
... esa obsesión
por las simetrías.

Son mis hombros
los que se derrumban en tiempos desiguales"

FRENTE AL ESPEJO

"Una niña tristísima
me mira desde un hueco

me tomo entre las manos,
me acaricio,

me peino los cabellos como si fuera mi madre,
me arrullo. Me doy pena.

No puedo de tan pequeñita."

Enajenada, quieta,

"Enajenada, quieta,
sin un signo en el rostro.

Vencida por un dolor antiguo,
congénito.

Un dolor que viene de mi madre
y de la madre de su madre...

Siglos con este gusano en la panza,
eternidades
heredandonos este desasosiego.

Miro mi sangre extrañamente
ajena.
Ya no soy capaz de piedad
ni conmigo misma"

Amor



"Amor
para esos días
en que perdés el rumbo,
yo enciendo luces.

Amor
te dejo
mis ojos prendidos,
para que puedas recobrar el camino.

Luciérnagas de amor.

Frasquitos de sol pequeño.

Te los dejo mi amor
para que te alumbren el sendero,
ese de migas de pan,
por el que estás volviendo
al país de mis brazos.


Pero si no volvieras mi amor,
si ya nunca volvieras,
te dejaría igual mis ojos
mi ternura de lámpara
para que encendieras su luz
esos días en que el mundo
te deja el corazón a oscuras."

COTIDIANO


"Lavo las tazas de la merienda
y algún plato postergado del almuerzo
la esponja en la mano
siempre encuentra una mancha que frotar
en los cerámicos...
Bebo con festejo materno
el café quemado y dulce
que me hizo Alejo.
Leo el "mododeuso" de algún menjunje
quita-frizz y lacio extremo y repito
varias veces la palabra stearamidoproyl,
que siempre es bueno saber cual es el componente activo.
Insisto con tozudez taurina en disciplinar
a fuerza de apresto a la empacada arruga
de mi camisa de seda.
Atardece y una mariposa que no sabe
la hora anda aun sumergida en los cálices
de esa ostentosa flor roja que vive
a mitad de mi patio...
Me unto con el barro-capilar a la espera
del milagro... lavoplanchoordenofriego... y recuerdo
tu lengua (esa otra mariposa) libando en mi."

No es casual...

"No es casual
no es inocente
crear una voz, un tono,
un medio tono incluso.
Escalar hasta dar con la palabra
escarbar sin urbanidad,
sin preguntas,
a puro instinto.
Excavar hasta encontrar la raíz del verbo,
desgarrar los cálices del silencio,
estallar el poema...


No es casual,
no es inocente
que el cuerpo de los dos
sea el lugar desde donde se dicen
los versos...
que la mandíbula feroz
de tu ternura "mepartaalmedio"
que dos veces pluvial
y silvestre te derrames
y otra vez impiadoso
y salvaje
me arrodilles
que me des una vez más
a comer de tu mano
a beber de tu fuente.
Y que nunca sea casual
y que jamás sea inocente
y me salves tres veces
de la absurdidad del mundo."

RELIGIOSIDAD II

RELIGIOSIDAD II

"Cada día, cada tarde
o cada noche
hay una hora en mi memoria
en que me desnudo
y me suelto el pelo antes tus ganas.
Y si cierro las puertas del recuerdo,
si le doy la espalda
a esa imagen tenaz
de vos y de mi
ofrendándonos en el altar de los suplicios,
el deseo se desata implacable
en los sueños y vuelvo a ser
otra vez la hembra suplicante,
devota del santo de tu unción,
sacerdotisa del ruego
merecer la espada de todos

los traspasos,
ofrecer el territorio de mi espalda
al estigma de tus ganas.
Postrada ante el ciclope feroz
de tus instintos,
pidiendo por favor que lo repitas
merecer una vez más el cielo
de condena."


Aquí huele a vos...

"Aquí huele a vos,
huele a calor
y mi sangre se agolpa,
se enciende,
galopa,
se encandila con tus dedos
demorados en mi garganta.

Vení,
quedate conmigo,
adonde vas a ir mi amor
con tanta lluvia.
(una noche sin más conciencia
que tus manos reinventándome)

Yo sé que va a venir,
no alucino,
ya sé que no hay lugar
para milagros,
pero esta es mi verdad...
y está en tus manos.

Y ya sé que no,
ya sé que nunca...
pero afuera está la lluvia
y nosotros tenemos las manos húmedas
de desearnos tanto."


Aquí, frente a vos,...


"Aquí, frente a vos,
detrás tuyo, 
a tu costado.

Buscando un hueco en tu cuello
donde respirarte
sin que te incomode.

Aquí y ahora
sin pinturas,
sin vestido,
sin coraza,
tan desnuda 
como mi mano,
tan despojada
como mi sangre.

Aquí esperando
con este sabor a sal,
con este cuerpo
como hecho para tus manos.
Aquí con esta sed de siglos
-tierra que se estremece
con tu olor a lluvia.

Aquí mi amor, aguardando
que los silenciosos caminos de la sangre
te conduzcan a mi orilla
y por el cauce sediento de mis muslos
se vierta tibio tu río"

Ya no soy yo, amor...

"Ya no soy yo, amor,
no soy esa
cuyo nombre alguna vez
tuvo sabor a beso en tu boca.

Ya no soy.

Ya no tengo el candor,
ni la fe en los ojos
que tenía aquella.

Sin embargo a veces
me camina en puntillas,
en ráfagas
me atraviesa la memoria.

Pero ya no soy.

Soy esta sombra
que se curva
para atravesar tu puerta,
sólo esa sombra
y éstas manos mendigas
en la niebla
siempre esperando un sol
que les toque en suerte.

Una ola de ternura
que se apiade
y te despierte"


Mi casa es una gran escondedora de cosas...

"Mi casa es una gran escondedora de cosas
el guante de Mailén, la media roja
de Alejo,
aquel papel donde anotaste ese numero
que querés marcar ahora.

Yo ando corriendo
muebles, hurgando los rincones...
se que en algún lugar se esconde esa ternura
con que solíamos mirarnos..."

No son las palabras...

"No son las palabras
sino su ausencia.
No es lo que digo,
es el ruido
de todo lo que callo.
Es el alma al filo
del silencio,
su peso de elefante
sobre un hilo de coser.
Es la ferocidad
de tu silencio.
Es mi nombre 
sin sonidos.
Es el poema insomne
Despeñándose
en ese país tuyo
donde no quedan manos"

Los incapaces de volar...


"Los incapaces de volar
tenemos la manía de soltar pájaros
y dormirnos seguros en sus jaulas
con una pluma en la mano
creyendo
que tenemos la semilla
de dónde nacen las alas"

Esta voz de llagada...

"Esta voz de llagada
deambula como el sordo rumor
del derrumbe a una ciudad en ruinas.

Más allá del silencio,
hundo la mano en el silencio mismo
no en la torva oquedad
de no saber que decir
sino en la imposibilidad del grito

Adentro del silencio
solo queda el silencio
los ojos mudos
destejiendo olvidos."

No son las palabras...

"No son las palabras
sino el silencio.
No es lo que digo
es aquello que no diré nunca.

Es el alma al filo

Es tu verbo que me apuñala
y me desangra.

Es el poema insomne
despenañdose,
allí,
en ese país tuyo
donde no queda mano que no sea sorda."

Esta vigilia de la carne

"Esta vigilia de la carne
esta insobornable lucidez
esta certeza incorruptible
de estar viva
estas uñas hundidas en tus ganas.

Eva impenitente
en tu Edén embadurnado
de dulce de leche y miel."

Guardada en mi...


"Guardada en mi.
Escondida en mi.

Sujeta por mi sangre
a una vida que me es ajena.

Mi piel es mi ataúd,
mi cárcel.

Sin embargo en el fondo
un temblor subyace

El amor que no es.
El amor que no deja de ser."

Huella tras huella...

"Huella tras huella
persigo el poema
a veces como un ruego,
otras como una condena,
a veces como un conjuro
contra tanto indecible silencio,
otras como el incendio
que hace arder el agua
a veces como la lumbre
tenue y ultima señal de naufragio.

A veces busco el poema
solo por ver si te hallo."

Ella baila...

"Ella baila
como si gritara,
ella llora
como si cantara

ella baila,
grita,
canta,

ella quiso abrir alguna puerta

no tiene manos
no hay puertas"

A veces la rutina...

"A veces la rutina
nos doblega las alas,
domestica las ganas,
el deseo,
la urgencia del reloj
nos sella la salida.

Muy apenas una mano
pequeña se hunde en la arena
y nos rescata.

A veces la ternura
(dulcisima pirata)
abre un poro
en el muro

y respiramos..."

Lejos de tus ojos...

"Lejos de tus ojos
esta voz pequeña
solo alienta la noche
solo alienta el frío.

Esta voz de llagada
deambula como el sordo rumor
del derrumbe a una ciudad en ruinas.

Más allá del silencio,
hundo la mano en el silencio mismo
no en la torva oquedad
de no saber que decir
sino en la imposibilidad del grito

Adentro del silencio
solo queda el silencio
los ojos mudos
destejiendo olvidos."

A quién le hablás...

"A quién le hablás,
a quién amás de ese modo?
le preguntó él- desde algún lugar del mundo.
A Nadie - dijo ella - a Nadie le hablo,
pero Nadie es capaz de todo el silencio.

Sonrió él desde el otro lado del planeta,
le sonrió cuando ya comenzaba a amanecer,
le acarició virtualmente la cabeza
a la dulce Penélope, sin banco, sin andén,
a la niña piel de esperas, "con los ojos llenitos
de ayer"
"princesa tibia" -le dijo
ya deberías soltarle la mano
a los imposibles,
no sé como decirte, verás, yo lo lamento,
pero Reyes Magos, hadas, elfos, minutos o principes azules
no existen... y acto seguido repitió por diez renglones
caras tristes amarillas, y sesenta y dos lagrimitas
y un pañuelito virtual
...sabés chiquita, no hay zapato de cristal
que no nos duela...
"a quién carajos mirás" le dijo él que advirtió
por la webcam que los ojos le volaban
más allá del face...
perdón, miraba una foto de Nadie.
musitó ella que pensó que Nadie se veía
hermoso como un mediodía
con la tostada en la mano
desayunando en las ganas de otra.

No se puede amar a nadie, por que nadie
no es nada, no es más que un silencio,
una idea, un sueño, una pompa de jabón
decime como te llamás linda, supongo
que "otoño triste" no es tu nombre...
Me llamo Nada le dijo ella... Nadie nunca me nombró."

Dió seis vueltas...


"Dió seis vueltas
hasta acomodar sus bordes,
hasta hacer coincidir su espacio
con ese cartón que duerme
en tu puerta,
mansos,
húmedos los ojos
animal con memoria
lamió las manos
que ya habían abandonado la caricia,
lamió una por una las letras de tu nombre
olfateó tu recuerdo.

Y se durmió en tus orillas
como otras tantas noches frías
este corazón perro."

A veces yo ando por tu calle...


"A veces yo ando por tu calle,
las manos crédulas,
el pelo suelto,
la sangre niña
nutriendo fábulas
de príncipes y doncellas.

A veces yo cruzo por tu puerta,
rumor de hojas,
de ojos rendidos
por el éxtasis,
a veces yo soy la nube,
el sol en tu vereda,
la gota en tu ventana,
las alas atrapadas
en las rejas.

A veces como esta noche
no tengo calle
y tu casa no tiene puertas."

Ella se escribía el cuerpo...

"Ella se escribía el cuerpo
se escribía en el viento...
amaba los animales
y las plantas,
criaba un gato de yeso,
un pato de hule
y un cesto de basura
con flores de plástico.

ella se escribía en el cuerpo
se escribía en la espuma...
(la noche le marchitaba
las flores de la falda)
se vendía por monedas
tras un gesto, una mueca
un algo que se pareciera a la ternura
solo cogió con tres tipos en su vida
"papi", "rey" y "dios!! vos me lo hacés como nadie"

ella se escribía en el cuerpo
se escribía en el agua...
se quitaba, corría, bajaba,
las botas,
la ropa,
la vista,
el chicle,
los sueños,
las pestañas postizas.
pero nunca,
nunca,
la medalla
de esa virgen que no sabe
recuerdo de su nona

ella se escribía en el cuerpo
se escribía en la arena...
(una vez el silencio le preguntó algo
como toda respuesta
le atravesó la lengua
con un labial y la clavó al espejo)
cierta mañana se sacó el útero
por aquello de todos los días laborables

ella se escribía en el cuerpo
se escribía en el vaho...
nunca fue la primera vez de nadie
-decía ella que siempre habría un padrastro
que se encargara de eso
antes inclusive de los trece años.
en la comisaría (esa otra santa
iglesia)
ella pagaba en especie
todos sus pecados.

ella se escribía en el cuerpo
se escribía en las sombras...
fumaba después del sexo
para tener algo en los dedos
que le durara un poco más
que las promesas.

ella se escribía en el cuerpo
se escribía en la nada...
pero un día jugó a borrón
y cuenta nueva
alimentó al gato
puso a nadar al pato
en el inodoro,
y aunque nunca fue rubia
jugó a que era Barbie,
se puso el vestidito apolillado
y sepia con que se casó su mami,
guardó en la valija
los sueños que ya nunca estrenaría
le sonrío al único ojo
que le quedó al silencio
que jamás desistió
de preguntarle,

a oscuras se tendió en la cama....

esa noche
con agujas
se escribió de más el cuerpo."

domingo, 13 de enero de 2013

DIANA CAZADORA


Helas ahí,
tienen esmalte azul neón
rosa chicle
o violeta chupetin

agitan los dedos
en este estanque de peces
que se emboban
con las moscas de colores.

Tienen escote con acceso al paraiso,
chasquean la lengua
y con la punta rosada y avida
dibujan sobre sus bocas
corazones disponibles.

y ellos las cercan,
y ellas danzan como si temblaran,
sueltan el embrujo de su pelo
como un ingenuo escudo
para el cristal de su espalda.

y ellos se acercan,
estrechando el círculo
y ellas parpadean
con sus ojos de muñeca,
solo yo he advertido
la flecha tensandose en su arco,

con pie como de haikus,
con sonrisa de cuento de hadas,
ellas aletean como un colibrí
debatiendose en un puño...

ellos con inocultable orgullo
exhiben su trofeo
frente a la jauría

la madrastra de Blancanieves
come pizza cerca mío
mientras un espejo roto
y todos los finales felices
hierven en su caldero...

Ellas los miran y piensan...
ni siquiera tus ojos son tan grandes...

Caperucitas feroces
en este bosque de lobos candidos

Ella dobla su ropa

 
Ella dobla su ropa
y sus dudas
y las guarda
entre mansa y feroz
en el ropero.

Ella dobla las prendas
del deseo,
no les deja la osadía
de una arruga
ni el arrebato
de un botón desprendido.

Ella cuelga
las ganas en perchas
de madera,
debajo de pesados
sobretodos
y bajonadas grises,
azul militar,
verde petroleo
y quita las primorosas
bolsitas con cinta de raso
que acunan las perlas de naftalina,
con la esperanza naif
rosa bebé
verde tonta como ella,
de que las voraces
se coman,
se engullan
su recuerdo...

Ella ordena sus cosas
de adentro
sus no cosas