miércoles, 16 de enero de 2013

Hay días en que un soplo...

Hay días en que un soplo
nos vuela el pan de la mirada
y dispersa sus mendrugos
entre picos voraces
y entonces
esos días
el peor dolor
es exiliar tu imagen
es saber que aunque estás
ya nunca volverás a pasar
por la ventana de mi alma
y que será como en los tangos
frío y lejano el cielo de Pompeya
y cualquier otro cielo
porque si ya no puedo verte
la eternidad se esfuma
pero al final yo sé
que de los muñones
crecerán alas nuevamente
o pétalos
o garras
un algo que nos haga
engancharnos a la esperanza
y otra vez amor
una vez más
me coseré los ojos
y horadaré los muros para construir ventanas.


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