"Arrastro este silencio
como el cuerpo de un muerto,
me arrastro a mi misma
como si ya no viviera.
Cada madrugada repito el ritual,
los gestos,
desde antes,
desde siempre,
ya lo hacía desde niña
cuando jugar era decapitar muñecas.
A veces este silencio
me susurra algo,
un breve rumor como de pasos,
un eco sordo,
apagado, lejano.
Este silencio tiene cuerpo
y boca que aprieta fieramente.
Se tiende al lado de mis huesos
y mis húmeros tristísimos
se callan.
Mis clavículas chocan
y se ignoran
como si no las igualara
el mismo olor a espanto"
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